Casi cincuenta años después de que la Unión Soviética mandara a la primera astronauta al espacio, China está haciendo historia poniendo a su primera mujer en órbita. La noticia ha atraído un importante nivel de atención con elementos propagandísticos gubernamentales y una sensación de orgullo y emoción patriótica.
El lanzamiento se ha efectuado, tal como estaba previsto, este sábado a las 18.37 (10.37 GMT, 12.37 hora peninsular española). La nave espacial Shenzou 9 ha despegado de una base de lanzamiento en el desierto del Gobi, donde las miradas se habían centrado en la piloto Liu Yang, de 33 años, que acompaña a otros dos astronautas. Se trata de la cuarta misión espacial china tripulada y el proyecto espacial nacional más ambicioso hasta la fecha.
A ojos internacionales, se podrían haber esperado grandes noticias sobre los logros del programa espacial chino previos al cambio de la cúpula directiva del partido en otoño. Sin embargo, siguiendo la tónica general del gobierno, el anuncio de la elección ha aparecido pocas horas antes del lanzamiento.
El gobierno espera que Liu mejore la eficiencia de trabajo de la tripulación, dijo su portavoz Wu Ping el viernes. “En general, las astronautas mujeres tienen más estabilidad psicológica y mayor habilidad para lidiar con la soledad,” dijo Wu en una conferencia de prensa desde la plataforma de lanzamiento de Jiuquan, situada en la provincia de Gansu, al noroeste del país, según la agencia china Xinhua.
A diferencia de la gran fama de las pioneras rusas y americanas, la astronauta china ha sido una casi desconocida hasta hace pocos días. El año pasado, se dio a conocer por primera vez su nombre al aparecer su firma en un sobre conmemorativo de sus clases de astronauta. A pesar de ello, Liu ha pasado desapercibida al no haber hecho apariciones públicas en ferias científicas locales o shows aéreos internacionales, según el New York Times.
El martes pasado, en un aparente intento de acercar el personaje al público internacional, el principal periódico estatal en inglés, China Daily, publicó el perfil personal y profesional de la capitán Liu. Nacida en la provincia de Henan, Liu empezó su carrera en las Fuerzas Aéreas del Ejército Popular de Liberación. En el momento de la publicación, Liu era una de las dos posibles candidatas para ir donde ninguna mujer china había ido nunca.
Según este artículo, Liu no es especialmente divertida, pero sí agradable y de confianza. Según el tío de Liu, Niu Zhenxi, la astronauta había sido un ejemplo a seguir para otros niños de la familia porque siempre había sido trabajadora y obediente.
Uno de sus compañeros de clase, Wang Xufeng, dijo que Liu no era habladora en el instituto, pero sí que era dulce con sus compañeros. “Todavía puedo recordar su dulce sonrisa,” dijo Wang al China Daily.
Este artículo también ensalza los valores de Liu como profesional. En el 2003, un avión pilotado por ella chocó en vuelo con una bandada de palomas. La colisión destruyó uno de los motores y cubrió toda la cabina de sangre. A pesar de esto, la piloto consiguió mantener el avión en estabilidad y ejecutar un aterrizaje de emergencia en pocos minutos.
Algunos artículos han descrito a Liu como piloto de combate, pero Zhang Jianqi, el anterior vice comandante de este progama espacial, dice que Liu forma parte del escuadrón de transporte de la aviación, según la BBC. Según Zhang, el proceso de selección para mujeres astronautas es parecido al de los hombre. “La única diferencia es (…) que se prefiere mujeres casadas por que son más maduras tanto mental como físicamente,” dice Zhang. Liu está casada y es madre.
La presencia de Liu en esta misión espacial ha atraído mucha más atención de lo normal. Se convirtió en pocas horas en el tema más popular de Internet en China, con más de 33 millones de entradas en Sina Weibo, la versión china del microblog Twitter, según Reuters. “Liu Yan, a punto de ser nuestra primera mujer en el espacio, es el orgullo de Henan,” escribió un usuario.
No todos comparten este orgullo. Siendo China un país en vías de desarrollo con necesidades básicas por cubrir, otros se preguntan sobre la utilidad de inversiones millonarias en el espacio y su impacto en la vida de la gente. “¿De qué sirve el Shenzhou 9? ¿Ayudará a que la gente no se muera de hambre?” se pregunta otra persona.