“Los clubes han empezado a pagar”
El 25 de abril, el mismo día que el Madrid se jugaba con el Bayern el pase a la final de la Champions en el Bernabéu, el ministro Wert presentaba en Madrid un protocolo para reducir (hasta acabar) con las deudas del fútbol con Hacienda. Lo que intentaba atajar el documento eran esos 752 millones de euros que llevaban días de titular en titular, una cifra que no ha dejado de crecer en los últimos años y que escandalizaba casi por igual a una sociedad asfixiada por la crisis y el paro y a una Europa futbolística que parecía decir: “Es injusto que nos ganen en el campo equipos que son incapaces de cumplir sus compromisos”.
El Madrid no ganó, como no lo hizo el Barça, pero la Liga Europa fue para el Atlético, que es también el campeón en deudas. En la final tumbó al Athletic de Bilbao y antes había mandado a casa al Valencia. Cinco equipos españoles entre los mejores de Europa. Una Liga con la imagen por los suelos.
El secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, era consciente de ello. Incluso antes de llegar al cargo. Fue él quien dijo basta y, tras sentarse con los clubes, en unos pocos meses meses presentó un compromiso que sorprendió a muchos por duro: los clubes tendrán que a garantizar el pago a Hacienda con el dinero de las televisiones, no podrán fichar si no cumplen con los pagos e incluso podrán ser expulsados de la competición.
“Al principio se mostraron un poco reacios”, recuerda Cardenal en su despacho, el mismo en el que se sentaron los representantes de los clubes, los pagadores y los morosos. “Habían tenido malas experiencias y tienen una lista de agravios históricos, como el dinero de las quinielas, acabar con el partido en abierto...”, continúa. “Les trasladé que quizá ellos también tenían un problema de credibilidad y que era insostenible plantear reivindicaciones cuando el sector tenía ese problema”.
No fue una negociación fácil, reconoce uno de sus protagonistas. Cardenal tenía a su favor que era un hombre respetado en el mundo del fútbol, al que llegó como experto en Derecho y con el que había trabajado mano a mano durante casi una década desde el comité de competición, pero también era consiciente de que “no se puede pedir lo imposible”.
Aún así, reconoce, “a muchos equipos les está resultando incómodo” el acuerdo. De hecho, 14, la mayoría de ellos de Primera, votaron en contra de él el mes pasado, aunque Cardenal lo achaca más a las guerras internas de la Liga de Fútbol Profesional. Lo importante es que “ya han empezado a pagar”. Cardenal no dice cuánto pero expone un caso ejemplar: “El Villarreal debía más de 10 millones de euros a Hacienda y los ha pagado al contado”, a pesar que ha descendido a Segunda, con el drama económico que eso supone. Otro: “El otro día se dieron las ayudas al descenso. De ellas, 12 millones han ido directamente a la Agencia Tributraria. Es una parte muy importante del total, pero la Liga ni siquiera lo contó”, se lamenta.
Esa es, precisamente, otra preocupación para el fútbol español: su imagen. “Cada vez va a pesar más la venta de derechos televisivos en el extranjero. No te puedes permitir que crean que aquí nadie paga. Hay que defenderse bien”, resume de forma gráfica el secretario de Estado.