“Me gusta el ambiente familiar del fútbol aquí”

9/07/2012

Los embajadores árabes en Madrid tienen por costumbre ir al aeropuerto de Barajas a recibir a cada nuevo homólogo enviado de la región. Un detalle que la embajadora de Emiratos Árabes Unidos, Hissa al Otaiba, agradeció al llegar, en 2008. Es una pequeña tradición de la que ahora participa y que solo había visto antes en Brasil. Allí aprendió un portugués que seguro le ha ayudado con el castellano, que practica con entusiasmo y quiere expandir en su patria. De entrada, ofrece café árabe, suave, en tacita sin asas, y dátiles.

La señora Al Otaiba pronto menciona el fútbol como ejemplo del mimo que hay en España por la familia y por los niños. “Si voy a un partido, veo que van con la esposa, con los niños, a veces con la abuela. Es todo muy respetuoso, van a animar, a divertirse”. La embajadora, doctorada en Empresariales, madre de dos hijas y de cuatro hijos, simpática, tenía previsto ver la final de la Eurocopa en Madrid, acompañada del embajador de Emiratos en Italia, que venía de Roma: su marido.

Tras muchos años de embajadora consorte (en Suiza, Brasil, Francia o Nueva York), se convirtió en la primera emiratí al frente de una Embajada. “Es más responsabilidad y es un honor”. Destaca de estos años en Madrid logros variopintos, que, precisa, no son personales, sino de su equipo: vuelos diarios de Dubai a España, el proyecto conjunto Gemasolar, la primera planta del mundo que genera energía solar sin sol, ubicada en Sevilla —“los españoles sois los primeros en energías renovables”, insiste— y que inauguraron el Rey y el príncipe heredero de Abu Dabi; varias semanas culturales...

Asegura que su país (un millón de nacionales y cuatro millones de extranjeros) está ahora muy centrado en España. “Nuestro ministro de Exteriores lo dijo: ‘Sabemos que hay crisis en España, la hay en todo el mundo, y estamos muy muy dispuestos a apoyar y a trabajar con los españoles para ayudar a los dos países, aquí o allá”. Aunque aquí no vive ningún compatriota suyo —“vienen empresarios, sobre todo a Barcelona, y turistas... a veces a un Real Madrid-Barcelona, incluso en el día, les encanta el fútbol en mi país”—, en Dubai y los otros seis emiratos “viven unos 3.000 españoles y hay unas 120 empresas españolas”.

Se le nota más a gusto hablando de la presencia femenina en la vida pública de su país (“el 20% de los parlamentarios son mujeres, hay cuatro ministras y tres embajadoras”) que de la primavera árabe.

Fiel a la costumbre árabe, al cabo de un rato ofrece zumo, agua fresca y más dátiles en su despacho de la recién estrenada Embajada, donde un enorme televisor emite imágenes desde La Meca. Al Otaiba es también la representante ante el Vaticano y Andorra, precisamente dos Estados encabezados por autoridades religiosas, como recuerda. Cuenta orgullosa que su encuentro con el Papa, “que iba a ser de cinco minutos, acabó durando 20”. Fue otro hito, pues nunca antes hubo representante ante el Vaticano de este país, que autoriza la construcción de iglesias cristianas en su territorio.

No muestra ninguna prisa, sí curiosidad cuando pregunta que por qué se llama gatos a los madrileños o pide detalles sobre cómo cocinar el pescado a la sal.

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